Franco Carboni nació el 4 de abril de 2003, en Buenos Aires, pero pasó muchos años de su infancia lejos del país. A los dos años fue la primera vez que emigró: su padre, Ezequiel Carboni, fue vendido por Lanús al Salzburgo de Asutria. Unos años más tarde, preparó otra vez las valijas, esta vez para viajar a Italia y acompañar a su papá en una nueva aventura llamada Catania.
Así transcurrió la infancia de Franco Carboni, que a los ocho años regresó al país luego de que su padre acordara la llegada a Banfield, el archirrival de Lanús. A pesar de cambiar de vereda, Ezequiel Carboni volvió a trabajar en el Granate, esta vez como entrenador de inferiores. Y allí desembarcaron sus hijos Franco y Valentín, donde comenzaron a construir su carrera como juveniles.
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Los Carboni volvieron a emigrar del país en 2019, cuando Ezequiel fue contratado como entrenador de Reserva y Coordinador General del Fútbol Formativo de Catania. Hacia allí fue nuevamente Franco y su hermano Valentín, donde llegaron a jugar un par de partidos en Reserva y llegó la hora de dar un nuevo salto: el Inter de Milán.
La primera experiencia europea para Franco Carboni
El Inter compró el pase de Franco Carboni en 400 mil euros cuando recién tenía 17 años. De inmediato se sumó al plantel de Primera, entrenó con los profesionales y hasta fue al banco de suplentes en algunos partidos. Entre ellos, un partido por Champions League frente a Liverpool. No logró debutar y al final de la temporada decidió emigrar al Cagliari, en busca de minutos y continuidad
En agosto de 2022 tuvo su debut en un partido correspondiente a la Copa Italia, con la camiseta del Cagliari. Ingresó en el segundo tiempo y jugó 16 minutos en la victoria frente a Perugia. Dejó una buena impresión y empezó a ganar terreno. Jugó 13 partidos más en la Serie B, donde marcó un gol y sumó 459 minutos. Un buen comienzo para sumar experiencia
Valentín Carboni, con poco lugar en la Primera de Inter.
Para la temporada siguiente y tras regresar del préstamo con Cagliari, Inter de Milán decidió adoptar una política similar: sin lugar en la plantilla profesional, optó por cederlo al Monza, que participó de la Serie A. Allí ya no tuvo tantos minutos como imagino: entre Serie A y Copa Italia jugó solamente cuatro partidos.
Franco Carboni, sin escalas: del Ternana Calcio a River
Tras una mala experiencia en el Monza, Inter volvió a ceder a Franco Carboni a la Serie B, donde encontró la chance de jugar en el Ternana Calcio. Allí volvió a encontrar más chances y la continuidad deseada. Jugó 21 partidos, sumó 1551 minutos y marcó un gol.
Este último paso por el Ternana Calcio fue un relanzamiento para la carrera del menor de los Carboni, que está preparando nuevamente las valijas para regresar a la Argentina. Esta vez no será para acompañar a su papá en un nuevo proyecto deportivo, sino para comenzar a escribir su propia historia en River, el club más grande del continente.