Como si el guión estuviese escrito por un hincha fanático de River, Sevilla se consagró campeón de la UEFA Europa League con presencia de un montón de ex jugadores del club. En un partido eterno que parecía no terminar más, los españoles comenzaron abajo en el marcador ante la Roma en Budapest por el gol de Paulo Dybala pero logró reponerse en el segundo tiempo.

El gol en contra de Mancini (previa peinada de Ocampos) llevó a Sevilla a jugar en campo rival y a meter a la Roma contra su arco. No pudo quebrar el empate y por eso hubo tiempo suplementario, momento en el cual ingresó Gonzalo Montiel, olfateando que el destino le tenía (otra vez) algo preparado.

Ocampos fue titular, Erik Lamela saltó a la cancha en el segundo tiempo y Cachete entró para la definición desde el punto del penal, porque la igualdad no se rompió y hubo que dirimir al campeón allí. Tres de los cuatro penales del Sevilla fueron ejecutados por los ex River: Ocampos convirtió el suyo con un no look, Lamela abrió el píe de gran manera en el segundo, Rakitic metió el tercero y la responsabilidad del cuarto (Roma ya había malogrado dos) le cayó a Montiel.

Como en Qatar 2022, el oriundo de González Catán se hizo cargo de una pelota que a cualquiera le hubiera quemado, pero a él no. Porque se crió en medio de adversidades y obstáculos. Erró el primero, se lo atajó el arquero de la Roma, pero se había adelantado. Hubo que repetirlo y en la segunda no falló: remate cruzado y a festejar la quinta Europa League para el Sevilla.

El penal definitivo de Montiel en la Europa League