Se desmadró todo como nunca antes en un superclásico. Parecía que el partido entre River y Boca iba a terminar 0 a 0, hasta que una falta infantil de Sandez dentro del área desencadenó el golazo de penal de Miguel Borja en tiempo de descuento. El Colibrí abrió el pie y desató una locura absoluta en el Estadio Monumental. No solo en la gente, sino también en los jugadores.

Mientras el colombiano festejaba con los hinchas, en la mitad de la cancha se armo una gresca tremenda entre los jugadores. Hubo empujones, golpes de puño (Varela le lanzó una trompada a Enzo Díaz) y los ánimos se desencajaron totalmente. Era un todos contra todos. Palavecino y Solari le festejaron el gol en la cara a los jugadores de Boca y eso desató el escándalo.

Merentiel, Chiquito Romero, Marcos Rojo (lesionado y sin poder jugar) fueron a agredir a los jugadores de River, que tampoco se quedaron callados y fueron a copar la parada. Ezequiel Centurión y el resto de los suplentes saltaron a la cancha, junto con Demichelis que buscaba poner un poco de orden. Tuvieron que intervenir policias para que la cosa no empeorara. Un caos.

Expulsados por todos lados

Una vez que todo se calmó, Darío Herrera, que tuvo un arbitraje deplorable, repartió tarjetas rojas para todos lados. Miguel Merentiel, Equi Fernández, el DT Jorge Almirón y Nicolás Valentini fueron expulsados en Boca, que terminó jugando con ocho jugadores. En River vieron la roja Palavecino y también Ezequiel Centurión en medio del tumulto. Una vez que todo volvió a su lugar, Herrera dio dos minutos más de descuento y el partido terminó caliente como había comenzado.