A los 34 años y después de una extensa carrera, exitosa en Europa (multicampéon con Benfica) y en Sudamérica (ganó, por ejemplo, la Libertadores con Estudiantes y con River), cualquiera podría imaginar que Enzo Pérez no tiene cuentas pendientes. Sin embargo, siempre hay algo por mejorar. El volante de River habló con el sitio oficial de la Conmebol Libertadores y cuando le preguntaron si había algo que le gustaría mejorar a esta altura de su vida futbolística no lo pensó dos veces. Primero, bromeó: “Mejorar con la izquierda”. Y después pasó a un tema que evidentemente lo obsesiona. “Uno de los defectos que tengo es el remate de afuera del área”.
Enseguida contó una intimidad casera respecto a ese déficit personal que viene desde chiquito. “Mi viejo me ha torturado la cabeza, hasta el día de hoy también:’Pegale de afuera del área, pegale de afuera del área, pegale de afuera del área'”. Y luego, Enzo explicó por qué no consigue probar más al arco cuando está en esa posición: “A veces veo la situación de afuera del área, que tengo para pegarle, pero me quedo más con el pase que con el remate. Capaz que le pego y da en el travesaño o hago un gol o puede rebotar en cualquier lado. Pero me voy más satisfecho dando el pase, que el compañero la reciba y la jugada siga avanzando que mi remate afuera del área”.
El hecho de ser volante central actualmente y tener menos chances de acercarse al arco rival no es algo que haya influido para esta carencia del volante de River. Durante la entrevista, el propio Pérez reconoció que viene de arrastre. “Es un defecto que puedo haber tenido durante mi carrera. También cuando jugaba más adelante me pasaba lo mismo. Tenía posibilidad de rematar y, no sé, veía el pase o buscar una pared”, cerró el tema.