Luego del traspié en el debut de Copa Libertadores, River volvió a protagonizar una gran tarde de fútbol asociado y colectivo. A esto, si le sumamos una efectividad que va mejorando y varios rendimientos individuales que encontraron regularidad positiva, comienza a ilusionar a propios y molestar a extraños.
El millonario llegaba a una nueva fecha del fútbol argentino con una única duda, la cual ya habrá que empezar a analizar realmente si es una disyuntiva real en la cabeza del técnico o si está encontrando su equipo titular. Y es que Nicolás De La Cruz volvió a quedar afuera de la lista de convocados, puesto a que su rodilla parece seguir con complicaciones. Este, siendo el octavo partido que se pierde el uruguayo en el año, redondeando más encuentros no jugados que disputados.
Al igual que en la fecha pasada, para reemplazar al Charrúa el DT mandó a la cancha a Esequiel Barco en ese sector, repitiendo el mismo 11 que derrotó a Huracán. Sin embargo, River en esta ocasión sería 4-3-1-2 con laterales ofensivos que den amplitud por los costados, Aliendro-Barco a los costados de Enzo Pérez, Nacho de enganche y un doble 9 de diferentes funciones.
Gimnasia, por su lado, planteó un 4-4-2 con dos laterales ofensivos, un doble 5 de contención sin participación ofensiva, dos volantes con funciones diferentes en ataque y dos delanteros que cumplan distintos roles. Morales, en el fondo, intentaría fijar a Rondón para que no pueda involucrarse en el juego y Mastrángelo seguiría de cerca a Beltrán.
Luego de un buen primer tiempo, Demichelis decidió cambiar el esquema para volver a probar la formación que triunfó la fecha pasada. Así, River pasó a ser 4-4-2 con Barco y Nacho cerrándose a pierna cambiada y Aliendro-Enzo de doble 5. Esto, le dio más equilibrio al medio, y le permitió cerrar algunos espacios defensivos que quedaron libres en la primera mitad del partido.
Gimnasia, siendo totalmente inferior, pero sintiendo todavía el partido abierto, mandó a la cancha dos volantes por afuera para buscar 1vs1 y al doble 9 titular. Buscando con estos algún descuento a base de pelotas largas y desbordes a los laterales del millonario. Sin embargo, nunca logró inquietar realmente y el gol de Aliendro solo terminó de sacarlo del juego.
Con el partido ya cerrado, Demichelis mandó a la cancha varios cambios pero sin cambiar el esquema. Algo no menor, ya que parece ser la formación que más resultado le está dando a River en lo que va de su ciclo.
El River que quiere el DT
Por momentos, el Millonario jugó un fútbol de alto vuelo. Movimientos rápidos y constantes, pases entre líneas, presiones tras pérdidas y triangulaciones ofensivas, fueron algunas de las tantas cosas que se destacaron en el partido. El juego que Demichelis quería implantar en el equipo ya es una realidad. Así, llegó el gran gol de Aliendro.
Casco, el siempre bueno de Milton
Nadie puede dudar de las capacidades de uno de los referentes de este plantel. Pero, que con 35 años haya podido por fin encontrar comodidad en el lateral derecho y seguir aportando soluciones en todo el campo, es muy valioso. Además de asistir en el segundo gol, aportó un 70% de pases largos acertados y ganó 10 de los 16 duelos 1vs1 que enfrentó.
Enzo Díaz, siempre aportando
El ex Talleres se ganó con mucha firmeza el puesto de lateral izquierdo, y es seguramente una de las mejores noticias de River en el año. Volvió a hacer un gran partido, ganando el 60% de los duelos 1vs1 y recuperando 12 pelotas en total. Incluso casi convierte un gran gol, algo que de seguir en esta regularidad va a llegar en cualquier momento.
Enzo Pérez, el pibe de 37 años
No me cansaré de destacar lo que está haciendo Enzo Pérez este campeonato. A su edad, viene siendo el jugador más regular en el año, en un puesto donde no tiene suplente natural. Frente a Gimnasia aportó el 92% de pases progresivos acertados, dio 3 pases claves y recuperó 12 pelotas en total. Encima, se dio el gusto de levantar la cancha con un sombrero y caño posterior.
Barco, merecida titularidad
Con Huracán, Barco tuvo un rato de gran rendimiento que fue clave para acomodar el partido. Frente a Gimnasia, ese rato pudo ser regular en todo el encuentro y fue el jugador más importante de la cancha. Comandó prácticamente todos los ataques, teniendo un 96% de efectividad en los pases. Se lo vio incluso mejor en el 1vs1, solo le falta ser más eficaz de cara al arco.
Beltrán, el que siempre está
Jugando como mediapunta, siendo único punta, acompañando a otro delantero o incluso tirado en una banda, Beltrán siempre cumple. Con Gimnasia convirtió de penal, y tuvo una efectividad del 85% en los pases, entendiéndose muy bien con Rondón en ataque. El nivel del delantero cordobés es otra de las grandes noticias del año en River.