River se despidió de su gente en el semestre con un triunfo importantísimo contra Rosario Central. La gente ovacionó a Gallardo, al equipo y, de yapa, disfrutó de la magia de Aimar. ¿Qué más pedir?
El semestre no se podía cerrar de otra manera en el Monumental. River fue de menor a mayor en 2015, pero lo cerró con todo, bajó a uno de los de arriba en el torneo y se despidió de su gente con otra alegría.
Sin el brillo que se vio de principio a fin en el Mineirao, River mostró una versión más paciente y luchadora para sacar adelante el primer tiempo en el Monumental contra un Rosario Central que, a diferencia de la gran mayoría de equipos, salió a presionar arriba para buscar el error millonario.
Sin embargo, la viveza y capacidad de los atacantes del Más Grande generó la primera llegada para el equipo de Marcelo Gallardo. Un pase magistral de Leonardo Pisculichi dejó a Teófilo Gutiérrez mano a mano con Mauricio Caranta. El colombiano no perdonó y abrió el partido.
Luego, Marcelo Barovero debió tapar un mano a mano espectacular para evitar el empate y el Millonario volvió a ser el equipo que sabe cómo sobrellevar una noche en la que el nivel no es el mejor.
En el complemento llegó el momento de aguantar, porque el nivel no fue el mismo de Belo Horizonte, y de ser inteligentes para aprovechar la desesperación de los rosarinos a medida que pasaron los minutos.
Claro, ingresó Pablo Aimar y casi que el partido pasó a un segundo plano, porque el cordobés se robó toda la atención. Pero mientras el Payaso desperramaba magia como hacía 14 años no sucedía, se consumió el encuentro y el Más Grande festejó.
Gracias por otro semestre soñado, River. Gracias por tantas alegrías. Lo mejor, seguro, que está por venir.
+ Fotos: Las postales de otra noche de fiesta.
+ Videos: La gente ovacionó y cantó todo el partido.
+ Gallardo: “Aimar volvió a ser feliz”.
+ Barovero: “Me hicieron trabajar lo que no trabajé en Brasil”.
+ Aimar: “Son todas cosas lindas, por eso es difícil dejar de jugar”.
+ Video: Los goles del triunfo.
+ La mala: Kranevitter llegó a la quinta amarilla.
+ Una tarde-noche a pura ovación.
+ El Chacho fue homenajeado en la previa.
