Maidana y Mammana se complementaron bien en la zaga, de manera tal que dejaron la puerta abierta para actuar juntos cuando nuevamente sea necesario.
Jonatan Maidana es el líder de la defensa. Para Marcelo Gallardo resulta intocable. Por eso era clave que lo tuviera en el Superclásico, donde exhibió un rendimiento confiable -únicamente falló en el mano a mano de Andrés Chávez con Julio Chiarini- y supo asesorar a Emanuel Mammana, devenido en segundo marcador central por las diversas ausencias.
Pese a algún tipo de desajuste eventual, sumamente entendible frente a un rival de peso, la dupla del fondo respondió sin mayores inconvenientes. Es que ambos zagueros sincronizaron movimientos para que uno saliera a anticipar y el otro se quedara atrás. Transmitieron bastante seguridad e incluso supieron ser salida tan limpia como precisa.
Lo cierto es que el Muñeco deberá comenzar a evaluar la fórmula Maidana-Mammana para ocasiones en las que nuevamente haya ausencias. O, por qué no, pensar en el defensor juvenil como una carta para pelear palmo a palmo un lugar entre los once con el colombiano Eder Álvarez Balanta, cuyo nivel dista demasiado de lo que pudo dar en otros momentos.
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