La Fiilal River Plate Barcelona disputó el Superclásico frente a su par de la Peña Pasión Xeneize. Con los rostros cubiertos en broma, a raíz del famoso ataque con gas pimienta, los hinchas del Más Grande se dieron el gusto de imponerse en la definición por penales.
Cuando de un lado y del otro se sabe distinguir entre el folklore y la violencia -fundamental para la convivencia-, surge un momento ameno. Tanto la gastada propia como la rival se comprenden con tolerancia, sin dejar a un margen el humor ni el respeto por ciertos límites. En Barcelona, España, existe una tradición: los hinchas de River y Boca, quienes representan a ambos clubes allí, se enfrentan en un partido durante la antesala a cada Superclásico.
En esta oportunidad, aprovechando que el antecedente más inmediato corresponde al 14 de mayo pasado, cuando la revancha de los octavos de final de la Copa Libertadores de América se suspendió como consecuencia de un ataque con una suerte de gas pimienta elaborado de forma casera, los simpatizantes de la Filial River Plate Barcelona utilizaron máscaras. No sólo lo hicieron aquellos que estuvieron alentando, sino también los que participaron del juego.
¿El partido? En Poble Nou, un barrio catalán, 150 personas presenciaron el duelo, que finalizó 1-1 durante el tiempo previsto. Sin embargo, los representantes de Peña Pasión Xeneize, al mejor estilo de la historia de su club, pidieron una definición por penales. Aunque River se encuentra tan dulce que sus hinchas también superan al eterno adversario, incluso por esa vía. Fue 3-1 para la gente del Más Grande. ¡Que se repita el éxito en el Monumental!
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