Un día como hoy pero de 2014 Gallardo volvía al Más Grande, pero como entrenador, para reemplazar a Ramón Díaz: en 365 días, el Muñeco ganó dos títulos internacionales, eliminó a Boca en la Sudamericana y la Libertadores, extendió el máximo récord de partidos invictos en el profesionalismo y acrecentó su figura de ídolo. ¡Gracias ídolo, por muchos años más de gloria Millonaria!
“Primero viene River, segundo River, y tercero, River”, fueron las primeras palabras de Marcelo Gallardo en conferencia de prensa el 6 de junio de 2014, cuando fue presentado como nuevo director técnico. Apoyado en su idolatría, el trabajo del Muñeco generaba incertidumbre: solo había dirigido a Nacional en Uruguay y se hacía cargo de un plantel que venía de ser campeón con el técnico más ganador de la historia de la institución.
Pero, como la hacía adentro del campo de juego, su rol de conductor no defraudó detrás de la línea de cal. Pese a que comenzó empatando por Copa Argentina ante Ferro y frente a Gimnasia en el campeonato, en la segunda fecha con Rosario Central en el Monumental empezaría a demostrar cuál era su idea de juego que, para la alegría de todos, era fiel a la historia del paladar Millonario.
“Nací para estos desafíos”, agregaba aquel día. Y lo demostraría. En tan solo meses tuvo el primer gran desafío: eliminó a Boca en la semifinal de la Copa Sudamericana y ganó el primer campeonato internacional después de 17 años de sequía. Como si ello fuera poco, con 21 victorias y 10 empates (7 de estos partidos fueron dirigidos por Ramón), superó el máximo número de partidos sin perder (eran 28); invicto que perdería rente a Estudiantes de La Plata el 12 de noviembre por el campeonato local)
El 2014 pudo finalizar aún mejor: el Más Grande estuvo muy cerca de quedarse también con el último torneo corto, pero la falta de recambio le imposibilitó al Muñeco sentenciar su supremacía. Sin embargo, el 2015 también lo arrancaría con vueltas olímpicas: pese a los tropiezos con Boca en los amistosos de verano, su River se quedaría con la Recopa ante San Lorenzo y, en aunque de menor relevancia, con la Euroamericana frente a Sevilla.
Y, para culminar estos 365 días de festejos, alegrías y ovaciones, el entrenador nacido en el club tendría una nueva prueba: una vez más Boca. Ahora, en los octavos de final de la Copa Libertadores y ante un contexto desfavorable, ya que su equipo no había tenido la mejor versión y había entrado con lo justo a los playoffs. Pero una vez más, Gallardo demostró toda su capacidad estratégica y, pese a que la definición fue dada por la Conmebol por el abandono de los primos, La Banda jugó mejor en los 135 minutos disputados.
Por ello, por los títulos, por el juego, la sonrisa de siempre y por respetar la historia, los hinchas están sumamente agradecidos por el año del Muñeco. ¡Felicitaciones Gallardo por estos 365 días de gloria!