Venían en un nivel bajo, les estaba costando encontrar su lugar en la cancha, habían aparecido algunos cuestionamientos por parte de los hinchas y los tres lograron dejar atrás la mala racha en un mismo partido. Sí, Pablo Solari, Esequiel Barco y Matías Suárez convirtieron un gol cada uno en la sandunga 5-0 ante Estudiantes de La Plata y en el trío de festejos hubo una mezcla de desahogo con satisfacción.

Solari se convirtió en titular indiscutido gracias a su voracidad y efectividad de frente al arco pero lejos había quedado su mejor versión. Después de la lesión con Barracas Central que lo hizo jugar "a media máquina" en el superclásico de la fecha siguiente, Gallardo lo mantuvo en el equipo todo lo que pudo hasta que, al no ver signos de mejoría, no le quedó más remedio que sacarlo, justamente antes de enfrentar al Pincha. 

El Pibe saltó a la cancha en el segundo tiempo, erró dos chances claras y parecía que iba a ser otra noche con la confianza por el piso, hasta que recibió un bochón de De la Cruz al espacio y definió entre las piernas de Pourtau para gritarlo desaforadamente y sacarse la bronca después de haber entrado en un bajón futbolístico pronunciado del cual le estaba costando salir. 

Un rato después apareció un zurdazo magistral de Barco, como contra Colo Colo. Gallardo le dio chances desde el arranque y no supo aprovecharlas. Sus gambetas (muchas veces incompletas) habían empezado a colmar la paciencia de los hinchas, pero Esequiel tiene algo distinto y por eso el DT pidió paciencia. Ayer quedó demostrado por qué había que esperar y el propio Barco tenía claro que necesitaba sacarse de encima una mochila que empezaba a ponerse pesada.

Por último, Matías Suárez decoró el resultado empujando la pelota en el área chica después de que su remate inicial fuera desviado sobre la línea. El 7 tenía atragantado el penal errado contra Patronato en La Rioja que desembocó en la eliminación de River y, lejos de guardarse los sentimientos, decidió exteriorizar lo que le pasaba con los hinchas, por eso el pedido de disculpas y señalamiento al escudo. Que este sea el inicio de la levantada de los tres.