(Incluye fotos y videos) River le ganó a Boca en Mar del Plata y demostró que el campeón de América no debe ser subestimado. El Millonario se quedó con el primer Superclásico y estableció un buen punto de partida para iniciar otro año histórico.
Gracias, River. Gracias por demostrarle a los millones de fieles que te siguen que lo que vivimos en 2014 y 2015 no fue un sueño, si no una realidad. Gracias por reafirmar que somos campeones de América y tenemos con qué defender la corona. Gracias por, nuevamente, dejar en claro quién es el Más Grande en la cara del rival de toda la vida.
El primer tiempo fue muy favorable a River, ayudado también por la imprudencia de Jonathan Silva, quien dejó al eterno rival con uno menos apenas pasados los 10 minutos por una patada tan dura como sin sentido a Gabriel Mercado.
El Millonario creció poco a poco hasta que, en un tiro libre, Carlos Tevez levantó la mano cual jugador de vóley y Lousteau no tuvo más alternativa que cobrar penal. Leonardo Pisculichi no se equivocó y puso el 1 a 0.
El árbitro perdonó a Cubas y Osvaldo, que debieron ver la segunda amarilla, pero River justificó la ventaja con más llegadas tras el tanto de Piscu, aunque no pudo ampliar la diferencia antes del descanso.
El complemento, fiel a la historia del Superclásico, mostró un equipo que quiso jugar -River- y otro que sólo intentó pegar -Boca-. El Millonario tocó y buscó el arco rival, mientras que ellos únicamente buscaron las piernas de los jugadores del Muñeco.
Así llegaron las rojas a Peruzzi y Díaz, dos especialistas en la materia, y el partido dejó de ser tal. Boca, con ocho, claramente no iba a poder hacerle frente al mejor equipo del continente.
Pasaron los minutos, ellos replegados, casi implorando el final, y River nuevamente celebrando un triunfo en el Superclásico. Nos tomamos la licencia de copiar la frase de un delantero de Boca: Todo volvió a la normalidad.