Con una camiseta en homenaje a River, el delantero participó de un amistoso a beneficio del barrio en el que se crió. Si bien no jugó, ingresó al estadio y fue ovacionado por una multitud.
Teófilo Gutiérrez es profeta en su tierra. El colombiano regresó a Barranquilla para pasar las fiestas y fue recibido como el ídolo que es para la gente de Junior, equipo en el que debutó como profesional, y de toda la ciudad.
Pero además, Teo jamás olvidó sus raíces y, luego de su mejor año en River, participó de un partido amistoso organizado por su padre a beneficio de los más jóvenes de La Chinita, el humilde barrio en el que creció.
Si bien no jugó, asistió al estadio Romelio Martínez e ingresó al campo de juego con una camiseta en homenaje a su paso por el Más Grande (con franja roja y hasta las tres tiras a los costados).
Se llevó la ovación de todo el estadio y luego vio el desarrollo del partido entre sus familiares jugadores de Barranquilla contra los Amigos de Teo, que jugaron con la casaca del campeón.
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