(Mar del Plata – Enviado especial) Miles de hinchas del Más Grande disfrutan la antesala del Superclásico en un día de clima perfecto en La Feliz, donde Punta Mongotes es el punto de encuentro rojo y blanco.
El primer River-Boca del año siempre es especial. Si bien ambos superclásicos estivales despiertan una expectativa enorme y se juegan a estadio lleno, las cuestiones geográficas generan un movimiento destacado en Mar del Plata. Es que la posibilidad de pasar un fin de semana de playa seduce demasiado, sumado a la distancia de unos 400 kilómetros con relación al Monumental.
En ese contexto, miles de hinchas arribaron a la Costa Atlántica para acompañar esta noche al Millonario. Con entradas agotadas hace varios días, el estadio José María Minella lucirá completamente colmado. Cerca de 20.000 almas alentará al Campeón de América en los sectores Norte. El acceso será tanto para la cabecera como las plateas a través de la calle Canosa a través de la avenida Juan B. Justo, a unas 10 cuadras de la cancha.
Lo cierto es que durante las horas previas al gran duelo, el balneario 14 de Punta Mogotes, en el Sur de Mar del Plata, se vistió de rojo y blanco. La avenida de los Trabajadores fue un desfile de camisetas y micros a toda hora. El mar resultó ideal para refrescarse, mientras que la arena -toalla o reposera mediante- sirvió para broncear la piel y hacer distendida la espera de ese partido que siempre causa una ansiedad enorme. Se viene el Superclásico. Nadie sabe quién será el ganador esta noche, pero en La Feliz la alegría es de River.
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