Lo de River pintaba mal: otra vez le convertían desde el vestuario y encima no hacía pie a lo largo de toda la primera etapa. Pero Astrada leyó bien el partido y en el arranque del complemento juntó volantes en el centro del campo, liberó la banda derecha y le dio libertades a Galmarini y Buonanotte para que sorprendieran por ese sector. La apuesta funcionó: El Enano (aportó un gol) y el ex Tigre desorientaron a la defensa tucumana, que no cubría su sector izquierdo, y fueron clave para la victoria del Millonario. Gallardo lo empató y encaminó la remontada, mientras que Villalva le puso el sello tras su vuelta del Sub 17.
River – Atl. Tucuman



