Marcelo Barovero explicó que tenía muchas ganas de emigrar para conocer otra liga, pero aclaró que cumplió un sueño al jugar en el Millonario, más allá de los títulos obtenidos.
El arco más grande del mundo quedó sin dueño luego de cuatro años. Marcelo Barovero supo ganarse un lugar bajo los tres palos y hacer historia en River, pero eligió emigrar por primera vez para jugar en Necaxa.
Hoy en México, donde debutó con valla invicta en el torneo azteca, recordó el paso por el Millonario: “Siempre viviré agradecido por haber cumplido el sueño de jugar en un club grande de Argentina, pero también es un sueño este nuevo desafío de jugar con Necaxa”.
“En mi caso, no pasa la vida por los campeonatos o por las Copas que se ganan, lo importante es estar dentro de la cancha, jugar y saber que uno tiene una carrera corta”, agregó en declaraciones a La Afición.
Con 167 partidos jugados (145 goles recibidos) y 6 títulos obtenidos, Trapito sabe que hubo un antes y un después de él en River. El Millonario lo recuerda con cariño y la esperanza de que algún día vuelva a achicar el arco más grande del mundo.
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