La novela se encamina a tener el final menos esperado. El sueño de verlo a Scocco aunque sea unos minutos en la gran cita de Madrid se va disipando de a poco, y el tiempo ya no regala márgenes para que haya un cambio drástico en la situación del atacante oriundo de Hughes.

Hace 17 días Nacho sufrió una lesión muscular en su gemelo derecho, mientras se preparaba para jugar aquella final frustrada en el Monumental. Y los hechos posteriores marcaron que en ningún momento de la recuperación pudo demostrar signos serios de recuperación.

El martes pasado comenzó a tener contacto con la pelota, y durante toda la estadía riverplatense en tierras españolas realizó algunos ejercicios de definición que constaron de remates al arco y movimientos muy leves. Pero nunca logró entrenar a la par de sus compañeros, ni forzar demasiado la zona de la lesión para constatar si podía resistir sin dolor o molestias.

Todos los indicios marcan que suena casi a una utopía que pueda estar presente mañana en la final, pero hasta último momento quedará encendida una última llama de esperanza. En caso que no llegue, seguramente el juvenil Julián Álvarez ocupará su lugar en el banco de suplentes.