La noche del 14 de mayo del 2015 marcó un quiebre futbolístico y emocional en la historia no solo de los Superclásicos, sino también del fútbol sudamericano. El plantel de River fue agredido con gas pimienta por un simpatizante de Boca, quienroció el tunel en el entretiempo y provocó heridas graves en varios de los jugadores del equipo de Marcelo Gallardo.
Y aquella jornada tuvo además otro gran protagonista, que fue Roger Bello, el comisario deportivo designado por la Conmebol para oficiar de veedor y tomar las decisiones más importantes de aquella noche en lo que concierne a la organización y/o suspensióndel evento. La imagen de Bello puede apreciarse en varios de los momentos tensos que se vivieron en el campo de juego de la Bombonera, mientras recibía quejas de ambos equipos y debía tomar las determinaciones para la continuidad o no del partido.
“Yo lo que quería era que el partido fuera limpio.Ese es nuestro lema: ‘el partido que comienza tiene que terminar’. Eso nos lo enseñan a los comisarios y lo tenemos en la cabeza.En este caso en particular, lo que pasó en Boca-River ya era algo que no podía ser por las condiciones en la que quedaron los jugadores, pero generalmente tiene que jugarse el partido”, comenzó relatando Bello sobre todo lo ocurrido en el estadio Xeneize, en diálogo con el sitio web Enganche.
¿Pero en qué momento exacto decidió la suspensión del partido? “Después de que llevamos los jugadores de River a que vean a su médico. Además, yo llamé al médico del doping de la Conmebol. Ahí el me dijo ‘no creo que estos jugadores puedan jugar porque hay dos que están muy quemados. Ciegos no van a quedar, pero en este momento no pueden seguir jugando en estas condiciones‘”.
Además Bello reconoció que en un momento se sintió atemorizado por las consecuencias que podían generarse con el público en el momento que se comunique su decisión. “Al comienzo sí, me asusté. Fueron cinco minutos en los que me vi metido en algo muy grande y de mucha repercusión. Cuando miré a esa cantidad de hinchas de Boca, me dije: ‘Si yo suspendo esto van a entrar a la cancha’. Pensé en mil cosas. Pero con el correr del tiempo fui perdiendo el miedo”.
Finalmente el comisario explicó con lujo de detalles los diálogos que tuvo con el árbitro Darío Herrera a la hora de la comunicación final. “Después de una hora y cuarenta minutos. Esperé que venga el comisario a asegurarme que el operativo en las calles ya estaba armado y que no iba a haber inconvenientes con la gente a la hora de salir de la cancha. Me le acercó a Herrera y le digo:‘Llamá a los dos capitanes y suspendelo.’ Fui muy claro en que utilice ese término, porque si decía postergación,Boca podría agarrarse de esopara pretender jugar o reprogramar el partido“, cerró.