El andar de River en la Liga Profesional es una clara muestra de los altibajos que viene sufriendo el equipo millonario desde que arrancó el año. Más allá de cierta rotación que utilizó Marcelo Gallardo por la proximidad de algunos compromisos de Libertadores, el Más Grande todavía no terminó de arrancar y está lejos de su mejor versión. De hecho, amén del último triunfo en la Copa Argentina ante Barracas Central, el elenco del Muñeco viene de acumular dos derrotas consecutivas, ante Huracán con un once muletto en el Ducó y frente a Godoy Cruz en el Monumental, con una alineación más cercana al “ideal” y con esa carga emotiva que significó la temprana e injusta eliminación en los octavos de final de la Copa.

Este domingo a partir de las 20.30 horas el Millonario visitará a Vélez en un partido que tendrá sabor a revancha, no sólo por lo sucedido hace semanas atrás en la Libertadores, sino fundamentalmente por la necesidad de volver a encontrarse con su fútbol en un torneo que todavía lo mantiene lejos de las posiciones de vanguardia. Al menos hasta que arranque el encuentro entre Estudiantes y Tigre, el equipo del Muñeco se encuentra en la posición 18 en la tabla, 8 unidades por debajo de los cuatro líderes, Godoy Cruz, Newell’s, Atlético Tucumán y Argentinos Jrs.

Más allá de las posiciones en el presente torneo, River mira de reojo la tabla anual que acumula los puntos obtenidos en la última Copa de la Liga y el torneo vigente. ¿El motivo? Es uno de los caminos para clasificar a la próxima edición de la Copa Libertadores. Hoy el Millonario se encuentra en el sexto lugar, con 37 puntos y en zona de Copa Sudamericana, a dos unidades de Gimnasia de La Plata, Boca y Newell’s (39). Por esta razón, está obligado a ganar en Liniers para llegar a los 40 puntos y trepar así a la tercera posición de la tabla acumulada. De esta manera, podría volver a meterse en zona de Libertadores. Por eso el partido ante el Fortín vale mucho más que tres puntos, por lo que significa desde lo anímico pero también desde lo numérico.