Sucede a menudo, cada vez que el Más Grande sube a un avión y aterriza a unos cuantos kilómetros del estadio Monumental. No importa qué tan cerca o lejos sea el destino. No interesa si hace frío, calor, si llueve o si sale el sol. Vaya donde vaya River, siempre genera una locura en sus hinchas. Y tanto el plantel como el cuerpo técnico lo agradecen.

En esta oportunidad, los protagonistas fueron los simpatizantes de River que viven en Santa Fe y sus alrededores. Allí, en la puerta del Hotel Los Silos, desde muy temprano comenzó a juntar un nutrido grupo de fanáticos con un objetivo común: darle una cálida bienvenida al equipo del Muñeco. Si bien es cierto que el Más Grande estuvo en Santa Fe hace unos cuatro meses atrás, la expectativa por ver al entrenador y los futbolistas era grande. Por eso, debieron montar un operativo de seguridad especial, con mucho vallado y con todas las precauciones necesarias para que la situación no se desborde.

Poco después de las 21 horas, el micro negro con la leyenda “Vivir y jugar con grandeza” se asomó a lo lejos y el griterío del público fue infernal. Los primeros en bajar del bus fueron los futbolistas, que se metieron rápidamente en el lobby del hotel para dejar sus pertenencias. Por su parte, Marcelo Gallardo se acercó a los hinchas para firmar autógrafos y tomarse algunas fotos.

Más tarde fue el turno de los jugadores, que también salieron para atender los pedidos de los hinchas. Enzo Pérez, Julián Álvarez y Jonatan Maidana -que evidenció un moretón en su ojo izquierdo- fueron los más aclamados por los fanáticos, que brindaron un recibimiento incomparable e hicieron sentir a River como en su casa.