En las últimas horas reina una cierta preocupación en el mundo River por la molestia muscular que sufrió Ignacio Fernández en su recto izquierdo este martes por la noche ante Banfield, que lo obligó a abandonar la cancha en el segundo tiempo. Y el factor de las lesiones propiamente dicho ha sido un dolor de cabeza en los últimos tiempos. Los casi siete meses del parate por el coronavirus podían afectar el físico de los jugadores a la hora de retomar la competencia oficial, por eso no sorprende que el Más Grande ya acumule nueve lesiones en los últimos dos meses, y que siete de ellas hayan sido de carácter muscular.

Paulo Díaz fue el primero de la lista post pandemia, quien el 18 de agosto padeció una distensión en el gemelo derecho en uno de los entrenamientos que lo mantuvo alejado tres semanas hasta que recibió el alta médica. Luego fue el turno de Lucas Pratto, que tuvo una distensión en el isquiotibial derecho el 7 de septiembre que lo marginó dos semanas.

El 3 de octubre Fabrizio Angileri terminó la práctica con una distensión en su isquiotibial derecho, mientras que once días más tarde el paraguayo Jorge Moreira padeció el mismo grado de lesión pero en el recto anterior derecho. Elías Lopez y Bruno Zuculini completan el parte médico de lesiones musculares previas a las que sufrió Nacho ayer luego de haber sido diagnosticados con distensiones en el isquiotibial izquierdo y derecho respectivamente.

Las únicas dos lesiones que no fueron musculares se trataron de los esguinces de Angileri en su hombro derecho (en Brasil ante San Pablo por la Copa Libertadores), y de Jorge Carrascal en su rodilla izquierda en el entrenamiento del 29 de septiembre. Ambos tuvieron el alta dentro de los 10 días y evolucionaron sin inconvenientes.