Hernán Buján confesó que todavía no cae del momento que está pasando la institución, tras haber conseguido la Copa Libertadores luego de 19 años de espera. Además, recordó la agónica clasificación en la fase de grupos y elogió a Enzo Francescoli y Pablo Aimar.
El ayudante de campo de Marcelo Gallardo tiene las mismas sensaciones que todos los hinchas. Pasaron 15 días de la gloriosa consagración y no el Mundo River está viviendo un sueño del que nadie quiere despertar.
El propio Buján es quien admitió, en una entrevista con Mundo Deportivo, que lo vive como un sueño: “Vivo estos logros con felicidad. Estamos tratando de tomar conciencia de lo que se ha hecho. Después de ganar la Copa un miércoles, nos fuimos a Japón y volvimos una semana después. Recién ahora estamos palpando con la gente lo que ha significado. Felices. No caemos, todavía. Pero ese no caer nos moviliza para pensar en lo que viene hasta fin de año con el torneo local, el inicio de la Sudamericana, el Mundial de Clubes”.
Acerca del constante apoyo de la gente en todas las canchas del país y de América, el exfutbolista de 40 años sostuvo: “Lo de la gente ha sido increíble. Fuimos a San Juan y a Formosa, por Copa Argentina, y ya estaba entusiasmada. Tras pasar a semifinales de la Copa, viajamos a Bahía Blanca por el torneo local y era una ebullición tremenda. Empezamos a palparlo. Después del título de la Libertadores, fue terrible. Y se compraron todo lo que había disponible, según me dijeron del área de marketing del club. Esto es soñado. Es diferente a todo”.
Por otra parte, el hombre que se inició con La Banda y que debutó en 1995, habló de las sensaciones que a muchos adolescentes les produjeron las consagraciones internacionales: “Con Gallardo disfrutamos del día a día. Cuando se ganó la Sudamericana eran 17 años sin títulos internacionales, lo de la Libertadores fueron 19 años sin ella. Tengo un sobrino de esa edad que no había visto a River llegar a una final. Hay que tomar conciencia y disfrutar. Y yo hace 19 años ya había debutado en River y estaba en All Boys. Son fechas significativas. En tantos años, no hubo tantos logros en River. Por eso importan tanto. Como es ahora el caso, en River”.
El asistente técnico también ponderó el trabajo del Príncipe y de la dirigencia del Millonario: “River tiene que volver a ser River en todo sentido. Gran parte se la lleva lo futbolístico. El resultado y la forma. Se dio algo lindo porque el presidente D’Onofrio y el director deportivo Enzo Francescoli estuvieron cerca. Vinieron a las concentraciones. Es muy bueno saber que hay alguien como Francescoli detrás de todo esto. Confía en nuestra forma de trabajar. Todo es muy armónico. No es fácil. Tener a un director deportivo así, allana todo”.
Acerca del camino hacia la conquista de América, Buján recordó: “Fue como una película. A medida que se daba el sorteo de la Copa, Gallardo sacaba la cuenta de que nos habían tocado los viajes más difíciles. La altura de Oruro, sólo superada por Cuzco, el césped sintético de Chiclayo y un viaje a Monterrey que no tiene un vuelo directo. Y digo que fue una película porque tuvo de todo. Hasta cinco minutos antes del final del partido con Tigres estábamos fuera de la Copa. Boca había hecho la mejor campaña en fase regular y River había entrado por abajo de la puerta”.
Sobre el bochornoso encuentro contra Boca, en los octavos de final de la Copa, el exvolante dijo: “Más allá de lo vergonzoso que fue ese último partido, futbolísticamente marcamos una diferencia”. Y agregó: “Luego vinieron los partidos con Cruzeiro. Hubo personalidad. Estábamos a cuatro partidos de la gloria. Hubo una apertura del mercado de pases. Se terminaba el contrato de Rojas, estaba lo de Teo Gutiérrez… Por eso todo fue de película. Tiene todo el argumento. No falta nada”, expresó la mano derecha del Muñeco.
Buján también opinó acerca de la salida del Payaso: “Nos dio una mano bárbara, en todo sentido. No pudo estar en lo futbolístico y en lo humano, estuvo antes de la final. Nos acompañó en la charla final. Nos puso contentos todos. Ese gesto demuestra lo pinta de cuerpo entero. Los dolores que tenía eran importantes. Había un cupo reducido para los jugadores de la Copa. Se dio así. Pero nos dimos el gusto de haber compartido el día a día con semejante jugador. De una gran calidad en todo sentido”.
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