Las renovaciones de contrato fueron en el último tiempo un dolor de cabeza para River por todas las variables que hay en el medio para lograr la continuidad de las figuras del plantel. El caso más reciente es el de Rafael Santos Borré, quien a pesar de las diversas ofertas que recibió de la dirigencia, optó por irse a jugar al Eintracht Franfkurt de Alemania por el complemento económico que significaba jugar en Europa, además del deseo de triunfar allí. Y una situación similar a la de Rafa se avisora en el corto plazo con Paulo Díaz.

El chileno es uno de los futbolistas del plantel que tiene vínculo hasta el 30 de junio de 2022 y que a partir de diciembre próximo puede empezar a negociar con otro club y firmar un pre-contrato. Para evitar que se vaya con el pase en su poder, la dirigencia de River ya inició las charlas con sus representantes buscando allanar el camino para una renovación de vínculo, que podría ser hasta diciembre de 2023 o 2024.

Claro, la extensión de contrato todavía es lejana porque hay que ponerse de acuerdo en varias cuestiones, la más importantes de ellas y la que pesó para que Borré se vaya: el cambio del dólar. Con una moneda estadounidense que aumenta cada vez más su valor y un peso argentino que se desvaloriza constantemente, muchos jugadores pretenden que su contrato sea sin tope de dólar y eso se hace insostenible para los clubes del fútbol argentino, en especial River por su delicada situación económica.

 

Por eso es cada vez más común la fuga de talentos hacia ligas de menor orden de Europa. Marcelo Gallardo y la dirigencia esperan que ese no sea el caso con Paulo Díaz y que logren retener al central un tiempo más. El chileno es uno de los titulares inamovibles del equipo del Muñeco, está convocado a la Selección de Chile de cara a las Eliminatorias y su salida sería una de las bajas más difíciles de suplir, por eso la directiva empezó a moverse desde temprano buscando un pronto acuerdo.