"Mirá si no voy a creer que este equipo puede dar vuelta la serie". La respuesta de Marcelo Gallardo es contundente, sin vueltas ni dudas. Esa confianza trasmite el técnico de River. Aunque el equipo jugó mal y perdió 1-0 en Brasil ante Athletico Paranaense, él sabe que puede revertir la serie para alzar la Recopa Sudamericana por tercera vez. Todos sabemos que este River es capaz de escribir otro capítulo dorado.

Sin el valor agregado para el gol en condición de visitante, la misión de River es menos compleja que en otras ocasiones. Esta vez podrá asumir algunos riesgos en ataque, sabiendo que en caso de recibir un tanto no deberá redoblar la apuesta. Por supuesto que el Muñeco buscará la mejor manera de ser protagonista lejos de concederle facilidades a un rival que demostró por qué es campeón de la Copa Sudamericana.

Los antecedentes del River de Gallardo avalan el optimismo. En sus casi cinco años al frente del plantel profesional, comenzó perdiendo seis series más allá de la actual: logró pasar en tres de ellas con tres episodios imborrables como el 3-0 en Belo Horizonte, la goleada sobre Jorge Wilstermann y la hazaña de Porto Alegre, el recuerdo más fresco. No le alcanzó frente a Huracán, Independiente del Valle y Atlético Tucumán.

 

En esta oportunidad el desafío viene con un condimento inédito porque River apenas había perdido una de sus 11 finales internacionales con Gallardo hasta la caída en Curitiba: 0-3 contra el todopoderoso Barcelona de Lionel Messi. Es decir que jamás había perdido un encuentro de ida, por eso la situación es distinta a las circunstancias anteriores.

Más allá de los cambios de nombres, las cartas desequilibrantes y los planteos, existe un denominador común que excede cada batalla puntual: la voracidad de River con Gallardo, esa tenacidad que impone respeto e incluso temor en sus adversarios, quienes son conscientes de que el campeón de América puede golpear en el momento menos pensado.

Gane, empate o pierda el próximo jueves, todos sabemos que el equipo dirá presente. Sabemos que Paranaense tendrá que rendir al 100% de sus posibilidades para conquistar el título en el Monumental, donde más de 60.000 almas alentarán al Más Grande con el propósito de celebrar otra noche de gloria. Que la gente crea en este River.