(San Juan – Enviado especial) Olivera, titular inesperado porque ni siquiera formaba parte de la lista de concentrados, rindió muy bien como lateral izquierdo y ganó terreno en la pulseada para ser el reemplazante de Casco.
No hubo error en la planilla ni nada por el estilo. Cuando la lámina de River fue colocada prolijamente a metros del vestuario visitante, el costado izquierdo de la defensa tenía un nombre totalmente impensado: Luis Olivera.
Sin lugar entre los 20 convocados por Marcelo Gallardo, el defensor nacido en Villa de Mayo, provincia de Buenos Aires, apareció como marcador de punta. Esa zona parecía destinada a Camilo Mayada, pero el poderoso chiquitín de tan sólo 18 años cumplió un papel destacado.
Firme en el fondo, pocas veces fue superado. Entendió qué requería el Muñeco. Además de la cuota indispensable de solidez atrás, el lateral zurdo aportó salida, proyección con criterio e inteligencia tanto para abrir la cancha como lanzarse en diagonal para sumarse al área.
En su cuarto compromiso oficial en River, donde su debut fue el 8 de noviembre de 2015, Olivera estuvo a la altura de las circunstancias. Ahora, el cuerpo técnico deberá decidir si ratificarle la confianza o devolverle el sitio improvisado a Mayada. Por lo pronto, el chico surgido de las Divisiones Inferiores es una grata noticia.
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