Javier Pinola es uno de los referentes de River. El defensor se ha ganado la confianza de Marcelo Gallardo, quien a mediados de 2017 selló su firma con La Banda tras un gran paso por Rosario Central.
El defensor cumplió su sueño de vestir la camiseta del Millonario, el club de sus amores, y de coronarse campeón en cinco oportunidades. Sin embargo, antes de marcharse del Canalla podría haber regresado a Nuremberg, donde estuvo diez años y se convirtió en ídolo.
“River es diferente a todo”
En una entrevista que le concedió a Clarín, Pinola manifestó su deseo de seguir en El Más Grande luego de que se venza su contrato, a mediados de 2020. De todos modos, consideró que si no lo precisan evaluará la idea de volver a Alemania: “No se sabe lo que puede pasar. Yo estoy permanentemente en contacto con la gente de Nuremberg. Jugué ahí 10 años y tengo amigos que están trabajando en el club. Ellos me valoran. Te soy sincero porque lo he hablado con mi familia porque es algo que comentamos. Si no estuviera jugando en River, estaría viviendo en Alemania y jugando en el Nuremberg. Pero River es diferente a todo, es una de las cosas más grandes a las que un jugador puede aspirar. Y cuando estás acá adentro hay que disfrutarlo”.
¿Se imagina retirándose en el Millonario? “Eso se verá. Toda mi familia está muy bien. Mis hijos están felices con que yo esté acá y las negociaciones con el club por una renovación están encaminadas, no va a haber problema. Sería un sueño retirarse en River.No me gusta hablar mucho de eso por estar acá y que piensen que siempre fui hincha. Los que me conocen lo saben y obviamente que retirarse en River sería cerrar con un broche mi carrera. Sería el lugar más hermoso para terminar de jugar profesionalmente. Pero ahora no pienso en eso. Trato de disfrutar cada día y jugar lo más que pueda”.
“Los que me conocen lo saben y obviamente que retirarse en River sería cerrar con un broche mi carrera”
Pese a que tiene 36 años (el próximo 24 de febrero cumplirá 37), Pinola sostuvo que tiene energías para continuar jugando: “Estoy muy bien. Si la cabeza funciona, es más fácil que el resto ande por sus carriles. Vine con muchas ganas a hacer esta pretemporada y estoy muy contento con el trabajo que hice. Por ahí pensaba que al estar grande me podía costar y no, no fue así. Me sentí bien, me recuperé bárbaro de los trabajos, y los esfuerzos los hice a la intensidad que pedía el cuerpo técnico. Cuando es así te aumenta la fuerza mental y disfrutás mucho”.