La derrota frente a Boca en La Bombonera fue un masazo, pero más lo fue cuando se empezó a conocer la gravedad de la lesión de Rodrigo Aliendro, quien ingresó en el entretiempo en lugar de Andrés Herrera. El ex Colón solo pudo permanecer 22 minutos en cancha y tuvo que ser reemplazado por Palavecino a raíz de un golpe involuntario de Alan Varela. El jugador de Boca puso la traba, Aliendro se cayó y durante la caída, dio su cara contra la rodilla izquierda del volante rival cuando empezaba a acelerar su trote.

Por varios minutos, la tranmisión del partido no repitió ninguna toma que haya mostrado la jugada y el enojo contra el árbitro Darío Herrera, que ya venía en aumento, terminó de expoltar. Si bien no hay mala intención de Varela, la falta que le comete a Aliendro (no sancionada por el juez) le termina provocando una increíble lesión que lo dejará tres meses fuera de las canchas: una fractura de macizo facial con hundimiento del malar derecho y compromiso del piso de la órbita, por suerte sin daño craneal ni cerebral.

 

En el desarrollo del partido y la vorágine, había parecido solo un fuerte golpe en la nariz que le produjo un simple sangrado. Al verlo desde otro ángulo y con el transcurso de los minutos, quedó en evidencia que Aliendro tenía toda la cara enrojecida, hinchada y que no podía jugar, pese a que le propio futbolista le decía a los médicos y a Gallardo que lo dejaran volver a entrar.

Peti pasó la noche en el Sanatorio Finochietto de Capital Federal y durante el día los médicos de River estuvieron discutiendo y definiendo si había que operarlo o no. Finalmente tomaron la decisión de que sí, es conveniente que pase por el quirofano y ya reunieron todos los elementos necesarios para la intervención, por lo que en la noche del lunes Aliendro fue intervenido con éxito. La cirugía no estuvo a cargo del médico Pedro Hansing, si no que la llevaron a cabo médicos especialistas en cirugías maxilofaciales.

La operación duró unas tres horas y en la misma, al mediocampista le colocaron algunos tornillos y placas de titanio que le quedarán de por vida por el rodillazo de Varela. Se estima que recibirá el alta entre martes y miércoles. En  tres semanas podría empezar a trotar o hacer trabajos de gimnasio, pero lógicamente no puede exponerse a ningún golpe o pelotazo, por eso la confirmación de que no jugará hasta 2023.