Nueve de diciembre del año 2018. Comenzaba a caer el sol en la ciudad de Buenos Aires cuandoRiver, en Madrid y ante los ojos del mundo, ganaba la Copa Libertadores de América ante Boca y alcanzaba la gloria eterna. Los hinchas del Más Grande son conscientes del logro histórico conseguido. ¿Pero los jugadores cayeron en la realidad?

En diálogo con Diario Popular,Ignacio Fernández fue sincero y lanzó la siguiente afirmación: “No se sí somos conscientes todavía de lo que nos pasó. A medida que vayan pasando los años vamos a tomar más dimensión de esa final. Como seguimos en esta locura de partidos y competir sin parar no te das cuenta y no te detenés a pensar en esa final. Algo que está bien vivirlo así, ahora. Pero quizá cuando no juguemos más y nos retiremos tenga trascendencia real para nosotros. Para la gente es terrible porque fue algo eterno, pero nosotros como jugadores no nos damos cuenta. Ahora por ahí no tomamos dimensión real porque queremos seguir ganando cosas”.

A su vez, el volante número 26 -de vital importancia en el esquema de Marcelo Gallardo-le agradeció a Napoleón por todas las herramientas que le brindó a su juego: “Me enseñó a jugar sin pelotay eso es clave. Otra cosa que valoro mucho es que cuando llega el partido, en esos momentos, transmite mucha tranquilidad y eso es valorable, más allá que luego te diga muchas cosas sobre el juego y sea exigente, porque lo tiene que ser. Pero antes del partido tiene una serenidad que ayuda mucho”.

“Yo soy un jugador que la pide todo el tiempo, no me importa si la pierdo una o dos veces: la voy a seguir pidiendo porque me gusta estar en contacto con la pelota. Luego está en el compañero si me la puede dar o no. Me gustan esos jugadores, que se equivocan y la piden. Eso le simplifica la tarea a un compañero. Siempre banqué al Pity (Martínez) por eso. Él la pedía y buscaba, y a pesar que era criticado a mí me encantaba“, sentenció Nacho.