La cuarentena sigue y la hora de volver a ver partidos históricos de River también. En este caso, uno que marcó un antes y un después, y del cual se cumplen seis años este 30 de marzo. Aquella tarde noche, el River de Ramón Díaz le ganó a Boca en la Bombonera y fue el quiebre para que se encaminara a conseguir el título del Torneo Final 2014. Y, además, también fue el punto de partida para una supremacía que se extendió después de la mano de Marcelo Gallardo como entrenador.
La formación que puso Ramón Díaz en la Bombonera.
Marcelo Barovero; Gabriel Mercado, Jonatan Maidana, Eder Alvarez Balanta, Ramiro Funes Mori; Carlos Carbonero, Cristian Ledesma, Ariel Rojas; Manuel Lanzini; Teo Gutiérrez y Fernando Cavenaghi fueron los 11 que puso el Pelado para superar al equipo que dirigía Carlos Bianchi, que después de la derrota patentó una frase icónica para recordar a ese clásico. “No fue córner”, dijo el otro pelado al referirse a la jugada previa al gol de Ramiro Funes Mori que puso el 2-1 y así enterró una racha de diez años sin que River pudiera ganar en la Bombonera.
Mirá el superclásico del Torneo Final 2014
Antes, Lanzini -la figura del superclásico- había sido el autor del primer gol del encuentro, mientras que Riquelme, de tiro libre, había logrado empatar en el segundo tiempo cuando el equipo de Ramón estaba en su mejor momento. Sin embargo, no se cayó, siguió buscando y faltando cinco minutos para el final llegó el córner, la mala salida de Orión y el gran salto del mellizo para convertir el 2-1.
Lanzini y Teo Gutiérrez, a puro baile frente a los hinchas de Boca.
Para Funes Mori también fue un quiebre. Hasta ese momento no era muy querido por los hinchas (más bien, era bastante resistido como había pasado con su hermano). Pero esa tarde fue lateral izquierdo ante la suspensión de Vangioni y el cabezazo empezó a cambiar su historia con la camiseta de River,que se consolidó cuando tiempo despuésel Muñeco lo transformó en el ladero de Maidana.
El festejo del mellizo después del gol que lo metió en la historia.
Todos abrazados en el medio de una cancha que sólo tenía hinchas de Boca.