Da gusto disfrutar de charlas con esos futbolistas que parecen haber alcanzado la madurez justa que les permite alejarse un poco del casete y responder de frente. Alejandro Domínguez, "el Chori", transita su segunda etapa en el Rayo Vallecano de España, y a pesar de la presión en la que está sumergido- en unos días se juegan el ascenso del club- frena en su rutina si de hablar de River se trata.

Cuesta encontrar motivos fácticos por los cuales podríamos justificar ese amor irracional que le despierta la camiseta del Millo, sobretodo si pensamos en una carrera que lo disparó a tierras extranjeras desde tan joven. Ni él puede explicárselo, aunque nos aclara que este amor es también compartido por toda su familia. "Tuve la chance de irme a uno de los otros cinco grandes de Argentina, pero no podía. Les agradecí la oportunidad, pero no quise", confiesa el ex River, quien también le confirmó a La Página Millonaria que no llegó a hablar directamente con Marcelo Gallardo para volver.

- Contanos un poco de tu presente en el Rayo Vallecano, ¿Cómo surge la posibilidad de regresar a España?

- Gracias a Dios estoy muy bien, estamos muy cerca de ascender, tenemos que ganar un partido más de los dos que quedan. Se nos vino complicando ya que ganando uno de los cuatro que nos quedaban nos asegurábamos el objetivo, pero hemos tenido un bajón como equipo que nos impidió ganarle al Córdoba, de local, y al Alcorcón, de visitante. Así que ahora nos tocará el Lugo, este domingo. Estoy con la esperanza de que podamos hacer un buen partido de nuevo y quedarnos así con los tres puntos. La decisión de volver fue porque terminé mi contrato en Grecia, hubo algunas tratativas con gente de River, pero como ya lo expliqué una vez, todas las partes tienen que estar de acuerdo. Quería terminar mi carrera de la mejor manera y no se dio esa vuelta a la Argentina. El presidente del Rayo ya me había llamado seis meses antes, y como tengo buena relación con él, y con el cuerpo técnico, se dio de ambas partes esta posibilidad y por eso mi vuelta.

-Me sacás la pregunta de la boca, ¿Fue tan real tu voluntad de regresar a River?

-Mi intención era poder retirarme en River, en Argentina. No siempre sucede lo que uno desea, en principio sé y tengo la tranquilidad de que cuando me necesitaron estuve. Gracias a Dios salió bien, el resto no hay nada para decir. Hay cosas que a veces se cumplen, y otras que no. Lo tomo de esa manera. Lo importante para mí es que el club esté bien y que le ha ido cada vez mejor, eso para mí es una alegría.

 

-¿Llegaste a hablar con Gallardo?

-Con Marcelo Gallardo nunca hablamos de mi vuelta, sí lo hice con los dirigentes. Tuve una charla con ellos, teníamos que estar todos de acuerdo y ver qué era lo mejor para River, nada más. El club forma una parte muy importante en mi vida y también para mi familia.

-¿Recibiste el llamado de algún otro club argentino?

-La chance de ir a otro club en Argentina existió. Podría haberme ido a uno de los cinco grandes, pero con todo mi respeto la respuesta mía fue que no, que estaba muy agradecido por el interés, pero no quise. No podía.