Lamentablemente, el acceso por la calle Lidoro Quinteros causó serios problemas para los simpatizantes, debido a que los excesivos cacheos más sus demoras entorpecieron el ingreso fluido y las fuerzas de seguridad fueron violentas en lugar de facilitar el ingreso.

El fútbol no sólo es el deporte más popular del mundo, sino también una pasión enorme y un negocio que, por los caminos nobles, alimenta a varias familias. Sin embargo, el espectáculo muchas veces tiene episodios tristes, de violencia, insólitos para un evento que no debería ser motivo de inconvenientes. Y lo peor de todo es que en varias oportunidades la responsabilidad principal es de la Policía, cuya misión es prevenir problemas en vez de generarlos…

Un nuevo capítulo ocurrió ayer por la tarde, minutos antes de las 18.15, cuando muchos hinchas que fueron a los distintos niveles de la tribuna Centenario se encontraron con una situación difícil de asimilar e injusta. Lamentablemente, aquellas personas que fueron dispuestas a alentar al Millonario y estuvieron en el momento de los problemas se llevaron un gran disgusto a raíz del gas pimienta, los empujones y los palazos, la misma respuesta agresiva de siempre.

La cantidad de cacheos fue excesiva sobre Quinteros y, teniendo en cuenta tanto el control de tickets como el pedido de DNI, el panorama empeoró. Pese a la ausencia de visitantes, el acceso se hizo extremadamente lento. Más de 10.000 hinchas tenían que entrar a la tribuna Centenario, razón por la cual era lógico que pudieran ocasionarse amontonamientos ante la falta de rapidez en cada vallado. Sobre todo en los últimos 20 minutos previos al comienzo del encuentro, cuando la afluencia fue todavía mayor e incluso muchos hinchas sin entrada tampoco facilitaron el tema.

Marcos, uno de los testigos de lo ocurrido, le explicó a La Página Millonaria lo ocurrido. “A eso de las 17.20, me encontré con un amigo en Quinteros y Libertador. De ahí fuimos dispuestos a entrar. A la cuadra y media, ya había una retención. Me sorprendió la cantidad de gente que había ahí. Estuvimos unos diez minutos ahí y después, a la cuadra, tuvimos otra retención. Entre una y otra, esperabas por lo menos diez minutos. Hubo cuatro o cinco antes de llegar a un control de cacheo”, aseguró.

Y el hincha, quien acudió a la tribuna Centenario Baja, agregó: “Ya eran a las 18.05 y todavía nos faltaba pasar una de las retenciones. La gente ya había empezado a empujar, gritando que iba a empezar el partido. Los ingresos demoraron un montón. Después de los cacheos estaba la Policía de la Ciudad. Eran entre 15 y 20 policías para controlar los DNI de toda una tribuna. Fue una locura. Por suerte, zafé del equilombo, pero dos amigos la pasaron mal, me contaron que hubo palazos y gas pimienta”.

Felipe, un socio y abonado, también le dio detalles a La Página Millonaria: “Es raro, nunca me había pasado. Yo trato de llegar una hora antes a la cancha, pero esta vez llegué 40 minutos antes a Libertador y Quinteros. Las primeras dos cuadras fueron sin problemas, pero en la plaza había un control policial con escudos. Ahí fuimos demorados casi 20 minutos. La gente se empezó a impacientar y, cuando se liberaba, se abalanzaba, se tropezaba y se caía sobre los efectivos policías. Ahí venían los palazos y las piñas. Luego de la plaza, había otro control. Pasó lo mismo de vuelta, con palazos y gas pimienta. Por suerte, no sufrí ningún golpe, pero sí hubo gente que delante de mí los sufrió. Una cuadra antes de llegar a Figueroa Alcorta, el cacheo era normal, pero estuvimos parados mucho tiempo en el primer control. Fue una lástima”.

Además, La Página Millonaria conversó con Ignacio Villarroel, uno de los vocales de la Comisión Directiva, a cargo de la seguridad en el estadio Monumental: “Hemos pedido a la Policía de la Ciudad ampliar el corredor de Quinteros para que la gente no quede tan apretada. Además, hace un par de partidos, hemos empezado una campaña para premiar el ingreso temprano de asistentes al estadio con sorteos de camisetas”.