(Incluye ranking) Con la vuelta de D’Alessandro, surge inexorablemente el recuerdo de aquellos jugadores queridos que volvieron a River después un lapso prolongado fuera del club. Un repaso por los casos de mayor magnitud.
El 6 de julio de 2003 se despidió de Núñez. Jamás imagino que pasarían 12 años y medio hasta su retorno con la banda roja. En River 1- Racing 3, mientras Leonardo Astrada se retiraba durante el secuestro de su padre, Andrés D’Alessandro supo lucir el brazalete de capitán heredado por el Jefe e incluso dio el pase gol en el tanto de su amigo Fernando Cavenaghi.
Transferido en U$S 9.000.000 limpios al Wolfsburgo, de Alemania, el Cabezón también pasó por Europa en Portsmouth (Inglaterra), Real Zaragoza (España) hasta que volvió al país para tener una estadía fugaz en San Lorenzo e irse a Internacional de Porto Alegre. Entonces, después de superar la década fuera del club, tendrá la chance de escribir una nueva historia.
Sin embargo, el caso de D’Alessandro no es el único y ni siquiera el de mayor espera. Por ejemplo, Pablo Aimar demoró 14 años en regresar. Se marchó en enero de 2001 al Valencia español y, libre, firmó a principios de 2015 para River. Javier Saviola, que en el 2002 fue comprado en una fortuna por el Barcelona, lo mismo. Matías Almeyda demoró 13 temporadas y Enzo Francescoli volvió en 1994, luego de marcharse a Francia en 1986. Todos ellos, así como otros futbolistas más, generaron ansiedad hasta que se pusieron otra vez el manto sagrado.
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