La resurrección histórica en Porto Alegretuvo millones de condimentos inolvidables, y uno de ellos fue la presencia de Matías Biscay en el banco de suplentes. Un aspecto que a lo largo de la historia siempre ha sido bastante positivo a nivel motivación y resultados.
Los primeros dos partidos en los que le tocó dirigir al ayudante del Muñeco fueron empates, y ambos se dieron en el marco de la copa Libertadores 2015. Primero, el 1-1 frente a Juan Aurich en el Monumental y luego el 2–2 frente a Tigres en México por la fase de grupos.





