Inadmisible e inaceptable. Suena fuerte, pero el segundo tiempo de River frente a Arsenal merece ser titulado o definido de esa forma. Tras el 1-0 tempranero por intermedio de José Paradela, el Millonario se fue desinflando a tal punto de nunca haberse hecho cargo del partido. Insinuó sin concretar y volvió a pagar caro, una vez más, los errores defensivos en un complemento en el que no salió absolutamente nada.
Desde los cambios que no funcionaron en lo absoluto, cuyo único responsable es Martín Demichelis,hasta malas decisiones de los propios jugadores dentro de la cancha, algo que al DT le escapa. Arsenal, con sus humildes armas, había empezado a inquietar y cayó el primer baldazo de agua fría. Al minuto de haber ingresado, Palavecino no miró al dar un pase atrás riesgoso, la pelota quedó corta y obligó a Armani a cometerle penal a Paiva. Guzmán lo cambió por gol.
Enzo Pérez fue protagonista víctima del desconcierto táctico de River durante toda la noche, en un mediocampo que no tuvo contención, con desacoples groseros en cada retroceso (el capitán quedó muchas veces mirando a la tribuna y corriendo de atrás a su marca) y con extremos como Solari y Paradela que por sus características no ensamblan en casi ningún esquema defensivo.
Al rato, una mala entrega de Borja terminó con Adrián Sporle con pelota dominada en el centro del campo. Aprovechando lo desbalanceado que estaba River, abrió para Guzmán, este tiró el centro y de manera increíble apareció Luis Leal solo en la puerta del área chica para definir sin mucha fuerza ante la salida (floja, por cierto) de Armani.
Luego del partido con Banfield, en donde el Millo había mostrado una cara esperanzadora en ofensiva pero asustó a todos con la pasividad en el fondo en los dos goles del Taladro, definitivamente los dirigidos por Micho dieron unos cuántos pasos atrás. Nuevamente, queda claro que hay material arriba (aunque hoy la falta de eficacia fue alarmante, sobre todo en Rondón) pero en el fútbol existen dos arcos y River no para de desproteger el propio. Semana larga para trabajar y corregir errores.