Noche para el olvido en Córdoba. Después de un primer tramo correcto, River se fue desinflando en el mediocampo, el arco rival le quedó lejos y encima le dejó en bandeja dos goles a Belgrano, que achicó líneas, mordió y esperó el error del Más Grande que terminó llegando. Pablo Vegetti, la carta goleadora del local, aprovechó los dos regalitos del equipo de Demichelis, uno en el primer tiempo y otro en el segundo, para darle forma a la victoria del Pirata.

 

La premisa de Martín Demichelis ya la conocemos: salir jugando desde abajo, de manera prolija, con el objetivo de progresar con la pelota en los pies y desordenando al adversario con largas secuencias de pases o con algún balón filtrado. Eso hoy, claramente, no sucedió. Belgrano olfateó que River caminaba por la cornisa y le pasó factura. A los 39', Enzo Díaz (debut algo incómodo como segundo zaguero), se nubló y corrió con la pelota hacia la derecha.

Terminó tropezando, Herrera, al intentar doblegar la marca, dejó más espacios aún, Ulises Sánchez tiró el centro y Vegetti le ganó la posición a Casco para definir. En el complemento, con River estancado y sin frescura de mitad de cancha hacia adelante, Andrés Herrera, de olvidable partido tanto fubolística como físicamente, cometió el mismo error de Enzo Díaz pero aún más agravado.

 

Retrocedió con la pelota de espaldas muy cerca de su arco, en su indecisión por qué hacer, le pifió y le dio tiempo a su marca para presionarlo. Trató de revolearla, rebotó en el jugador de Belgrano y el balón le quedó a Vegetti, que le ganó fácil a un Maidana que no llegó a reaccionar a tiempo, y puso el 2-0 con complicidad de Armani (también estuvo algo tardío en el movimiento para tratar de tapar el gol.

La problemática de este sistema de juego o de esta ideología es la capacidad de los protagonistas para interpretar cuándo salir jugando y cuándo no. Si la táctica se impone por sobre el contexto, River estará complicado, por eso es fundamental que los jugadores sean inteligentes y puedan identificar los escenarios propicios (o no) para desarrollar la tan complicada salida desde el fondo.