River tiene una historia riquísima en lo que respecta a la jerarquía de sus arqueros. En Núñez han nacido o se han destacado futbolísticamente enormes guardametas, sin embargo muy pocos de todos ellos han conseguido la curiosa marca de anotar un gol oficial con el buzo del Más Grande.

Tal es así que solamente tres arqueros fueron los que hicieron mover las redes rivales en los más de 119 años que arrastra el club desde su nacimiento. Y uno solo lo hizo en la era profesional: se trata de Roberto Bonano. El 1 de agosto del año 2000, Tito convirtió de penal frente a Vélez (donde atajaba José Luis Chilavert), y de esa manera contribuyó a la victoria del equipo que en aquel momento dirigía Américo Gallego, en el marco de la Copa Mercosur de aquel año.

¿Cuáles son los otros dos casos en toda la historia riverplatense? Cronológicamente, el primero de todos en convertir fue Carlos Isola, quien además tuvo la oportunidad de hacerlo por duplicado. El 5 de abril de 1914 y el 3 de noviembre de 1918, Isola anotó de penal ante Banfield y Porteño respectivamente. El arquero restante, también en la era amateur, fue Jorge Iribarren, quien el 31 de julio de 1927 marcó desde los 12 pasos frente a Liberal Argentino, en una tarde que River goleó 4-1.

A esta altura ya pasaron casi 20 años del último antecedente, y todavía ningún arquero de River ha logrado convertir por otra vía que no sea la del penal. ¿Podrá ser Franco Armani el primero en romper esa racha?