El Millonario no tuvo la mejor noche, pero confió en sus posibilidades, aprovechó un penal muy ingenuo y le ganó a Boca en Mendoza para terminar invicto en los dos Superclásicos de verano. El Millonario se quedó con la Copa Luis Nofal y llega con ilusión al arranque de la competencia oficial.
Se terminó el verano para River. Con tres triunfos y una derrota, el Millonario cerró un mes en el que, además, se quedó con la serie ante Boca con autoridad.
El Superclásico en Mendoza no tuvo demasiadas ocasiones de gol. Se luchó más de lo que se jugó y ambos equipos estuvieron erráticos, sin tener ni por asomo la mejor versión.
Lo más claro de River se vio en la primera parte por intermedio de Ignacio Fernández, quien con un cabezazo estrelló la pelota en el palo izquierdo de Orión. La Banda, sin embargo, no jugó bien aquella primera mitad.
+ Cabezazo al palo de Nacho.
En el complemento, Sebastián Driussi abrió el marcador, aunque estaba apenas adelantado y Pitana lo anuló a instancias del línea, en una jugada milimétrica que generó polémica.
El Más Grande no quiso entrar en problemas como los que se vieron en Mar del Plata y, sin dejar de darle la intensidad necesaria al Superclásico, se dedicó a jugar, más allá de que no le salió del todo bien.
Eso sí, con el correr de los minutos, River se adueñó de la pelota y la última media hora se jugó en campo de Boca, que se conformó con no perder el segundo duelo veraniego.
Pero sobre el final, al igual que en la ida de la Copa Libertadores, un ingenuo penal sobre Gonzalo Martínez le permitió a Rodrigo Mora abrir el marcador y darle al Más Grande otra alegría Superclásica.
+ El gol de Mora:
River se quedó con la serie y la Copa Luis Nofal. Sirve como preparación porque dentro de una semana arrancará lo realmente importante y el Millonario sabe que el éxito obtenido en 2015 obliga a ir por más gloria este año.