La desazón y el disgusto que resultó la lesión de Rodrigo Aliendro en la cancha de Boca casi que deja de lado el pésimo rendimiento futbolístico que tuvo River en el superclásico. Por un rodillazo de Alan Varela, que en primer lugar parecía completamente involuntario pero después de ver distintas repeticiones da la sensación de que tampoco hizo mucho por evitar el choque, el mediocampista del Millonario sufrió una fractura de macizo facial con hundimiento del malar derecho y compromiso del piso de la órbita, por suerte sin daño craneal ni cerebral.

Tras los análisis y estudios pertinentes, River tomó la decisión de que Aliendro sea operado y dicha intervención va a tener lugar esta noche en el Sanatorio Finochietto, precisamente a partir de las 20. Durará entre dos y tres horas como mínimo y al Peti le van a colocar algunos tornillos que le quedarán de por vida. Entre martes y miércoles le darán el alta para volver a su casa y no podrá trotar o exigirse hasta dentro de tres semanas. ¿Volver a jugar? Recién en 2023.

Antes de que entrara al quirófano, Aliendro recibió la visita de Marcelo Gallardo y los dirigentes Matías Patanián y Eduardo Barrionuevo. El Muñeco compartió un rato con el mediocampista, a quien tuvo que frenar ayer en La Bombonera porque quería de nuevo a la cancha como sea y no estaba en condiciones de hacerlo.

Otro gesto que se valoró en las redes sociales fue el de Agustín Rossi, arquero de Boca y ex compañero de Aliendro en Chacarita hace algunos años, que se acercó al carrito cuando lo retiraban con la cara magullada para preguntar cómo estaba. Lo sorprendente de toda esta desafortunada situación es que Darío Herrera no sancionó falta y Varela siguio jugando como si nada.