Este miércoles retumbó en el mundo River una noticia que revolucionó el ambiente del club. Es que Leonardo Ponzio, ídolo absoluto de la historia Millonaria y uno de los máximos referentes del plantel actual junto a Jonatan Maidana, anunció que dejará el fútbol de manera profesional en algún momento de este 2021, luego de haber transitado 12 años de su carrera completos dentro de Núñez.
El León edificó una carrera en el club con algunos altibajos e idas y vueltas, hasta que con la llegada de Marcelo Gallardo a la dirección técnica logró establecerse como un referente indiscutido dentro y fuera de la cancha, y como uno de los grandes líderes en los partidos más determinantes de la historia reciente del club como los enfrentamientos coperos contra Boca.
Llegó a Núñez a comienzos del año 2007, proveniente del Zaragoza español. Allí estuvo dos temporadas completas en el club, y consiguió el título del Clausura 2008 con Diego Simeone en el banco de suplentes. En la mayor parte de aquella etapa alternaba titularidad con Oscar Ahumada, y no llegó a afianzarse de manera deseada dentro del equipo, más allá que en varios encuentros pudo demostrar su jerarquía y su presencia en el campo de juego.
En enero del 2012 se dio su vuelta al club, en el peor momento futbolístico de la historia riverplatense. Allí fue uno de los estandartes del regreso de River a Primera División, y con Matías Almeyda en la conducción técnica comenzó a asomarse de a ratos esa versión de Ponzio llena de liderazgo positivo dentro del vestuario. Desde lo futbolístico todavía no había podido explotar, ya que el DT en aquel momento lo utilizaba muchas veces en una posición más adelantada.
La llegada de Ramón Díaz lo relegó al banco de suplentes e inclusive a no ser tenido en cuenta en la convocatoria de muchos partidos, sin embargo siempre mantuvo su perfil bajo y priorizó el bienestar colectivo pese a que no tenía la posibilidad de jugar. Y con el arribo del Muñeco a mediados del 2014 se produjo el quiebre positivo desde todo punto de vista.
Ponzio levantando la Libertadores en Madrid (Archivo)
Más de 200 partidos oficiales en los últimos seis años y medio, donde además levantó dos Copas Libertadores y consiguió 11 títulos en ese período. En total acumula 345encuentros y marcó10 goles con la banda roja, pero más allá de la fría estadística, su legado llega desde el corazón y sobrepasa todo tipo de límites. Porque fue un capitán que se puso el equipo al hombro en las grandes batallas del último tiempo, y porque con su manera ejemplar de manejarse dentro y fuera de la cancha tendrá su lugar eterno entre los máximos referentes de la historia del club.