El futuro del Antonio Vespucio Liberti es uno de los temas centrales que ocupa a la conducción de Rodolfo D'Onofrio. Es por eso que, con las últimas modificaciones que avisaron en su gestión, vale la pena recordar otras grandes obras por las que pasó el Estadio Monumental a lo largo de su enorme historia.

Marcelo Gallardo y sus dirigidos deberán alejarse un tiempo de Núñez para poder disfrutar en 2021 un campo de juego de nivel europeo. No sería la primera vez que River deba jugar un largo tiempo de local en otro estadio. Ya sucedió en 1977 cuando se reformaba el Monumental para el Mundial. Fue local en Huracán y allí fue campeón del torneo Metropolitano.

La construcción de la primera tribuna del Monumental.

La construcción de la primera tribuna del Monumental.

Ahora, a la espera de un túnel único, nuevo césped y la desaparición de la pista de atletismo, repasamos la historia del Monumental y las modificaciones que sufrió a lo largo de los años. Lo cierto es que, el estadio se quedó en el tiempo y necesitaba el puntapié inicial de obras para que vuelva a resaltar entre los mejores recintos deportivos del país.

 

Vista aérea de los terrenos durante la construcción del Monumental.

Vista aérea de los terrenos durante la construcción del Monumental.

A mediados de la década del '30, Antonio Vespucio Liberti, presidente de ese momento, fue otro visionario. A pesar de las objeciones que recibió, por tratarse de terrenos inundables, decidió comprar las tierras actuales donde se emplaza el Monumental, inaugurado el 26 de mayo de 1938, bajo la presidencia de José Degrossi. No solo construyó en las actuales avenidas Udaondo y Figueroa Alcorta un imponente estadio, emblema de la Ciudad de Buenos Aires y del país, sino que también se edificó un barrio alrededor.

La famosa 'herradura'. Gracias a la venta de Sívori, el Más Grande cerró el estadio.

La famosa 'herradura'. Gracias a la venta de Sívori, el Más Grande cerró el estadio.

El Monumental tuvo dos reformas estructurales a lo largo de sus 80 años. La primera fue a fines de los '50 (1958, específicamente) luego de la venta de Enrique Omar Sívori, por 10 millones de pesos (una cifra récord para la época) a la Juventus de Italia. Con ese dinero, River cerró el estadio, el cual tenía forma de herradura hasta ese entonces, al construir dos bandejas en la tribuna que da al Río de La Plata, que hoy, justamente, lleva el nombre de Sívori. 

Había quedado la parte alta por construir, que recién llegó cuando se hicieron las obras para el Mundial '78, la segunda gran reforma del Monumental. Allí también se lo acondicionó de acuerdo a los estándares de la época.

Para 1978, el Estadio Monumental ya lucía como un recinto de primer nivel.

Para 1978, el Estadio Monumental ya lucía como un recinto de primer nivel.