Cara y ceca. Para entendercómo vive este River, basta con explicar dos situaciones diferentes enmenos de una semana. La primera,tres noches atrás, cuando el conjunto de Gorosito visitó tierras charrúas, había demostrado entereza en algunas líneas de su juego y predisposición para atacar e ir al frente. Con llegadas al arco y jugadas de peligro, tal vezde a pequeñosratos, pero ratos al fin, fue superior en el juego frente a Nacional.
Un tiro libresobre el área grande en el último minuto superó la barrera y se metióexquisitamente enun ángulo delinseguro arqueroBarbosa. Para todo aquélque, sinconocer el resultado, le contaban la situaciones de peligro, en suimaginarioterminaba en igualdadde goles. El pitazo del árbitro sonó y el elenco uruguayo había goleado 3-0a River.Es, entonces,donde no tieneticket de entrada la lógica.
Lógica que aún debe estar buscando San Martín de Tucumán,después de haberse ido con más números en el debe que en elhaber en su visita a Núñez. Porquede a ratosfue superior aun Riverquenunca encontró la manera de entrarle claramente a una defensa muy ordenada, respaldada por una línea de volantes que bien sabe tratar la pelota y se descarga en sus buenos atacantes. Pero el fútbol también se contradice y no siempre gana el que mejor juega.
En la última mitad, y por esa historia obligatoriade salir a atacar al contrario en el Monumental, River fue, como lo es hace rato más voluntad y fuerza que fútbol. La paciencia es una materia que Gorosito le hizo estudiar de memoria a su plantel a la hora de no encontrar el gol. Porque de tantos toques y hacer rodar el balón le llegó el premio a un soldado, que no cumple el rol de heroico, llamadoCabral.
Ensu materia favorita, el torneo local, aprueba todos sus parciales hasta aquí. En su materia previa desde 1996, laCopa Libertadores,no le va tan bien y por ahora parece tener que volver a recursarla. Así vive este River, de un lado presenta una crisis en sus números que deberá trabajar mucho para levantarlos. Del otro tiene el negocio en marcha que por ahora le da ganancias.
Imagen: FotoBaires.




