River se trajo un valioso triunfo de su visita a Junín para seguir prendido arriba en la Liga Profesional. Después de un primer tiempo para el olvido, el Millonario pudo empatarlo gracias a Jorge Carrascal y lo ganó en la última con la salvadora aparición de Enzo Pérez para empujarla en el área chica. Igualmente, no fue el único salvador de la noche, porque Enrique Bologna también tuvo una importante cuota de responsabilidad al evitar la segunda caída de su arco en el último minuto. Una de cal y una de arena, porque en el gol de Sarmiento también estuvo involucrado.

Cuando el partido todavía no se había armado, Sarmiento aprovechó un grave desacople de la defensa de River y se puso 1 a 0 por intermedio de Alanis, que llegó por el hueco que había quedado en el medio, le dio mordido y la pelota entró pidiendo permiso en el arco. Bologna había quedado muy tirado hacia su palo derecho y como el balón fue muy despacio, creyó que Enzo Pérez, que estaba en el otro palo pero más adelantado, iba a meter el pie para cortar la pelota. El Beto no reaccionó, Enzo tampoco y por eso Sarmiento empezó ganando.

Pero en el complemento, el arquero, que volvía a ser titular después de ocho meses, se redimió. Después del gol de Enzo en los últimos minutos, parecía que el partido se moría pero a Sarmiento le quedó una última chance. Mandaron el centro desde la izquierda y al Beto le cabecearon en el área chica. Por un segundo, muchos hinchas se habrán paralizado, pero el arquero estaba firme sobre la línea de cal y reaccionó rápido para despejar la pelota que le vino al cuerpo. Con aciertos y erorres, el guardameta de 39 años aprovechó la ausencia de Armani para dejar en claro que puede cubrir el arco del Millonario.

No fue la única salvada

Durante el primer tiempo, Bologna también tuvo una intervención clave cuando Sarmiento podría haberse puesto 2 a 0. Quiroga le pegó de afuera del área y aún con el sobrepique, el arquero logró mandarla al córner y empezar a recobrar la confianza que quizás había perdido en el primer gol.