Escuchar a Marcelo Gallardo en una conferencia de prensa o ante cualquier micrófono siempre ha sido sinónimo de placer, y no solo para los hinchas de River sino tambien para el ambiente del fútbol en general. A lo largo de estos seis años que ya lleva como DT del Más Grande, el Muñeco ha sabido encontrar frases célebres que hasta llegaron a ser tatuajes y además ha sabido transmitir la calma o soltar la palabra justa para cada situación.

El 6 de junio del 2014, en el marco de su primera conferencia como DT, el Muñeco ya tenía más que claros los horizontes y el camino a seguir como entrenador. Visualizó un gran futuro futbolístico para el club y sabía que gran parte de los cimientos ya estaban fortalecidos para poder seguir creciendo. Y así lo cumplió.

Luego de haber conseguido la Copa Sudamericana 2014, su primer título como DT de River, no pudo evitar la emoción suprema y el recuerdo a la hora de la celebración del título, que se dio unos meses después del fallecimiento de su madre.

Minutos después de haber conseguido una clasificación plenamente agónica a los octavos de final de la Libertadores 2015, la posibilidad de enfrentar a Boca en la siguiente fase estaba latente, y luego se terminó dando. Ante ese escenario el Muñeco no mostró ningún tipo de molestia o reparo, sino que todo lo contrario.

 

Sin lugar al conformismo, Gallardo aspiraba a seguir en lo más alto luego de haber ganado su primera Copa Libertadores como DT.

De la noche a la mañana Lucas Alario ejecutó su cláusula de rescisión y partió a Alemania en plena competencia, sin embargo el DT supo encontrar las palabras justas para llevarle calma a todo el mundo riverplatense.

River se había consagrado en la final de la Supercopa Argentina en Mendoza frente a Boca, luego de un comienzo del 2018 con algunos tropiezos a la hora de los resultados, y allí el Muñeco sacó a relucir toda su magia para callar las voces de los que dudaban de su equipo.

Quizás la frase que más ha identificado a Gallardo como DT desde el día que asumió. River había perdido 1-0 en el Monumental el partido de ida de las semifinales de la Libertadores 2018 contra Gremio, y de cara a la revancha resurgió el más pleno y maravilloso optimismo. Luego el equipo lo justificó en Brasil.

La final de la Copa Libertadores 2018 había cambiado de escenario y se mudaba a Madrid, y allí apareció el DT de River para levantar la moral del hincha que estaba muy golpeado por haber perdido la localía en el partido más importante de la historia del fútbol.

En pleno césped del estadio Monumental, el Muñeco le habló a las cuatro tribunas repletas de hinchas en los festejos posteriores a la obtención de la Libertadores ante Boca.

En medio de los reclamos del clásico rival para tratar de sacarle en los escritorios la Libertadores a River, el DT eligió el camino de la chicana para desestimar la situación y dejar bien en claro que lo único que importaba era lo que habia ocurrido dentro de la cancha.