El juvenil surgido de las inferiores riverplatenses continúa sin poder desprenderse del doloroso descenso con River. Además, sobre su primeros pasos en el Calcio, reconoció que no está en su mejor nivel por una lesión en el tobillo que lo alejó de las canchas.
Erik Lamela se dio el gusto de debutar en la Roma con un golazo que sirvió para sumar tres puntos en la Serie A frente al Palermo. Tras el partido, sus colegas y hasta el propio entrenador elogiaron al zurdo de 19 años.
Sin embargo, el volante fue exigente al analizar su presente: “Me falta para ser el de River, pero voy de a poco. Fue un lindo momento el del debut en la Roma, porque lo deseaba mucho. Lo necesitaba porque venía mal con el tobillo y no sabía si me iba a curar o no, porque hace tiempo que estaba mal. Pero me sentí bien y tuve la suerte de hacer un gol”.
Entre otras cosas, recordó aquella oportunidad que tuvo de jugar en Europa cuando era muy chico. “Fui a jugar un torneo a España a los doce años, y fue ahí que Barcelona me quiso llevar. Era chico todavía y era medio complicada la situación de ir a vivir a otro país”, contó Lamela, en una entrevista con el diario La Reppublica de Italia.
Y, lejos de poder olvidar su pasado reciente en River, volvió a admitir que se fue de Núñez con la espina del descenso, aun a pesar de su buena relación con el hincha. “Fue un momento difícil. Después, en la calle algunos me reconocían que había dejado todo, y a otros compañeros también. Por suerte no les pasó nada, que era lo más importante después de esa situación”, rescató.



