River es una vidriera tan grande para los juveniles que hay miles de historias particulares en donde los chicos llegan al club desde otras provincias. Pero la de Rodrigo Castillo, delantero de la Cuarta División, es sumamente especial, porque la familia de un jugador estrella del plantel profesional está metida en el medio.

Es que fue el padre de Ignacio Scocco el que tuvo la posibilidad de verlo competir a comienzos del 2018, cuando Castillo jugaba en Sportivo Rivadavia de Venado Tuerto. Allí, y luego de vislumbrarse con su fútbol, no dudó en contactarse con el padre del chico para ofrecerle la posibilidad de venir a probarse a River.

"Tenía muchos nervios en ese momento de la prueba porque sabía lo grande que es River. Mi sueño es debutar en Primera, y poder vivir del fútbol para ayudar a mi familia a estar bien", confesó Rodrigo en diálogo con el sitio oficial.

Castillo marcó esta tarde un golazo en el empate 2-2 de la Cuarta que los consagró campeones luego de la definición por penales, y terminó como goleador de River en la categoría. Mide 1,90 metros, es diestro y juega muy bien de espaldas al arco. ¿La particularidad? Puede jugar también de volante interno, y de hecho en la final de hoy disputó algunos minutos allí, ya que se destaca por su buen manejo de pelota pese a su altura.

Y, como no podía ser de otra manera, uno de sus máximos referentes en el puesto es justamente Scocco. "Si vos estás metido se puede llegar. Más con Gallardo que les da oportunidad a los chicos de Inferiores de jugar y estar en el plantel profesional", cerró el pibe.