La despedida de Leo Ponzio dejó unas cuantas perlitas dentro de la cancha. Golazos de todos los colores, como el de Enzo Francescoli tirando un caño o el de Cavenaghi de taco, y también el regreso de Enzo Pérez al arco de River. No será un partido oficial, pero claro que cuenta. El mendocino volvió a calzarse el buzo verde de arquero y los guantes y se paró un ratito bajo los tres palos en el segundo tiempo.

 

Con el partido 6-6 y en la marea de cambios que hicieron Biscay y Bujan durante toda la noche, Augusto Batalla, que estaba atajando para el equipo rojo, le dejó su lugar al actual capitán del Millonario. En la primera pelota que contuvo con las manos, el estadio se vino abajo y todavía faltaba la frutilla del postre: que Ponzio le atajara un penal.

Sí, Pablo Lunati, que ofició de árbitro del encuentro, pitó en el área contraria por una falta de Bologna. Ponzio se puso los guantes y le atajó el penal a Enzo, que se corrió toda la cancha para patearlo y protagonizar un momento gracioso y a la vez emotivo. El 24 ejecutó muy débil a su izquierda y el León, entre risas, no tuvo problemas para contenerlo. Fue la última jugada del partido y un broche de oro para una noche inolvidable.

 

El penal que Ponzio le atajó a Enzo