No es casualidad que el 25 de mayo sea el Día de la Patria, porque en esa fecha nació la pasión más grande que existe en nuestro país. Un día como hoy, pero hace 118 años, la decisión de fusionar a los equipos Santa Rosa y La Rosales provocó el surgimiento de un club que también es una manera de entender no sólo el fútbol, sino también muchos aspectos de la vida.

Llevar el escudo con la banda en el pecho es un tremendo orgullo, y también una enorme responsabilidad, tanto para los futbolistas como para los hinchas. Es entender que tamaña grandeza debe estar representada siempre a la altura de las circunstancias, y que nuestra manera de entender el fútbol siempre ha sido desde la cuna de grandes jugadores que marcaron y marcarán historia grande a puro talento y jerarquía.

Hoy en día nos toca vivir un presente de ensueño y único a nivel futbolístico. No sólo estamos en medio de una nueva final internacional, sino que además hace un poco más de cinco meses fuimos testigos de la victoria más maravillosa de nuestra historia. Con un plantel que deja hasta la última porción del corazón en la cancha, y un cuerpo técnico que entiende a la perfección cada detalle de la historia de River.

Salud, River. Porque cada vez que escuchamos la palabra "Ángel" se nos ilumina en la mente el rostro de Labruna. Por el puño apretado y el cerebro prodigio de Marcelo Daniel Gallardo. Por la sonrisa y la mente ganadora de Ramón. Por la zurda mágica del Beto. Por cada vez que Bernabé quemaba las redes. Por cada clase de fútbol que dejó La Máquina para las siguientes generaciones. Por toda la enorme porción de chicos en todo el país que se llama Enzo en honor a un uruguayo. Por Ariel y sus quiebres de cintura. Por el amor puro y cristalino por los colores, como el de Fernando Cavenaghi.

Tenemos muchísimas razones para celebrar. La cuenta llegó a 118, pero sabemos que la pasión por nuestros colores será eterna. ¡Feliz cumple, River Plate!