Mucho se habló en el último tiempo sobre su salida al fútbol inglés. Mucho se rumoreó sobre su llegada al Chelsea. Mucho se especuló sobre sus ganas de seguir en Portugal.Pese al tirón de orejas de su entrenador y de la multa que tuvo que cumplir por su escapda a la Argentina para celebrar las fiestas de fin de año, el medicampista campeón del mundo volvió a jugar para el Benfica y tuvo una actuación superlativa.Y desató la locura de sus hinchas, sus compañeros y de suentrenador, que venía de cruzar al argentino en su última conferencia de prensa.
Por los octavos de final de la Copa de Portugal, Benfica venció 2 a 0 a Varzim SC en condición de visitante. Alejandro Grimaldo estableció la primera diferencia del partido cuando se disputaban apenas 3 minutos de juego. Enzo Fernández, a los 32 minutos del complemento, aumentó el marcador con un golazo: recibió un pase hacia atrás y sacó un remate de derecha cruzado que se clavó en el ángulo. Victoria asegurada y clasificación a la siguiente instancia del certamen.
Enzo lo festejó con alma y vida. Se tocó varias veces el escudo del Benfica e hizo el gesto de que no se va. Además, fue un desahogo para el ex mediocampista de River, que volvió al gol luego de cinco meses sin convertir en su club. El volante había marcado tres goles en sus tres primeras presentaciones, pero luego vino una larga sequía en el fútbol portugués. Adiós a la mufa y reconciliación con los hinchas y Roger Schmidt, su entrenador.