Con 470 partidos oficiales disputados y 12 títulos conseguidos como futbolista, más una vuelta olímpica como DT, Leonardo Astrada es sin lugar a dudas uno de los referentes más importantes de los últimos 30 años de River. Durante sus dos etapas de jugador y sus otras dos como entrenador ha vivido millones de experiencias dentro del club, y de todo aquello habló en una gran entrevista junto a Atilio Costa Febre.

Uno de los momentos más recordados de su historia en el Más Grande fue la semifinal de la Libertadores 2004, donde él era técnico y allí se dio un ida y vuelta muy polémico ante Boca que se definió por penales en el Estadio Monumental. Sobre aquella serie, Leo fue muy claro respecto a los motivos por los cuales su equipo no pudo llegar a la final. 

"En el segundo partido contra Boca, los arbitros nos voltearon. Lo echan a Sambueza cuando en verdad no le dijo absolutamente nada al juez de línea línea. En aquel momento Aguilar e Israel (el presidente y el máximos dirigentes encargado del fútbol en aquella época) no me dejaron hablar del arbitraje del partido con Boca porque tenían buena relación con AFA", sostuvo Leo sin pelos en la lengua.

Además el entrenador de 50 años que actualmente se encuentra buscando club fue muy elogioso del trabajo de Marcelo Gallardo al frente de River. "Marcelo siempre fue muy inteligente. No se sumaba tanto a las charlas, pero siempre fue muy claro dentro de la cancha. No lo veía tanto como entrenador, pero se convirtió en el mejor DT de los últimos 40 años del club. Y el mejor campeonato que jugó River con él fue el de la Sudamericana 2014".

Su relación con Ramón Díaz: "Yo estuve distanciado con Ramón, pero no le podía fallar al grupo. Tenía que ser profesional. No es que no nos llevábamos bien con Ramón, nosotros lo respetábamos, pero a mi me molestó que no me diga 'Leo, ya no te quiero'. No me gustaban sus manejos" 

El secuestro de su padre en medio de su retiro: "Fue un proceso doloroso. Yo no quería estar en la fiesta de campeón, porque no quería arruinar el momento. Yo no estaba preparado. Me hubiera gustado que mi viejo hubiese estado en la cancha en mi último partido, aunque igual yo estaba seguro que iba a aparecer. Sufrí mucho pero afortunadamente lo tengo vivo.

La situación Tuzzio/Ameli: "Creo que la manejé lo mejor que pude. Seguimos jugando con los dos porque Crosa venía de una lesión y Gandolfi era un pibe. Sabíamos que son cosas que no tienen que pasar, pero son seres humanos y se pueden equivocar. Al principio se nos rompió el grupo y se hizo una fragmentación entre las dos partes, pero después se hizo más fuerte viendo lo que nos jugabamos""