No hay palabras para describir semejante muestra de amor. Los hinchas de River, tras la derrota ante Flamengo, se autoconvocaron al estadio Monumental para recibir al equipo de Gallardo. En señal de gratitud por todo lo cosechado a lo largo de los años, el resultado del sábado se transformó en anécdota y se impuso la gloria de una etapa que nunca se extinguirá.

 

A minutos de las 19 horas, el micro que trasladó a los futbolistas y cuerpo técnico, desde Aeroparque al Antonio Vespucio Liberti fue inmerso en una ola de cariño desinteresado y recíproco por toda la energia emanada desde 2014 hasta la fecha.

Más de 5.000 seguidores riverplatenses, familias, chicos, grandes fueron a saludar al equipo que mejor representó a su hinchada y a Sudamérica. "No me importa si ganás, no me importa si perdés", cantaron. Claro está que así es. Y eso es lo que nos hace ser parte del Más Grande.