Existe un enorme grado de preocupación e incertidumbre en River. Los efectos del aislamiento social, preventivo y obligatorio impactan con fuerza en su economía. A diferencia de muchos clubes de Primera División, el dinero por los derechos de la televisión implica apenas el 6% de los ingresos anuales en la institución de Núñez. En cambio, el presupuesto tiene su fortaleza principal en las cuotas sociales y venta de entradas, abonos incluidos.

Sin la posibilidad de renovar Tu Lugar en el Monumental a corto plazo por la falta de indicios concretos sobre la vuelta del fútbol ni de vender tickets por la misma razón, el cumplimiento de las cuotas sociales se transformó en un tema central. Hay alrededor de 85.000 socios -el 90% paga mediante débito automático- y miles de registrados la comunicad Somos River. Ambos mecanismos representan una importancia enorme porque ese ingreso dinero está contemplado tanto para los sueldos de los casi 1.300 empleados (sin contar plantel profesional ni cuerpo técnico) como el pago de servicios para las instalaciones del club, según averiguó La Página Millonaria.

Más allá de que el dinero de la TV sigue al día, así como también el pago de los sponsors, la realidad de River es compleja. Hace unas horas fueron depositados los sueldos de abril para los trabajadores de distintos sectores del club. El desafío será estar al día cuando haya que pagar los haberes correspondientes a mayo, teniendo en cuenta que en los próximos días se conocerá cuánta gente pudo mantener al día la cuota social. A partir de ahí, se hará un análisis general de la situación para ver si es necesario adoptar estrategias financieras que permitan afrontar un parate largo, sabiendo que cualquier evento que implique competencia deportiva o aglomeración estará último en la lista de flexibilizaciones al salir de la cuarentena.

“Quiero pedirle a los socios, que son los dueños de los clubes porque somos asociaciones civiles, que en lo que puedan traten de apoyar a las instituciones y sigan pagando las cuotas sociales para que puedan seguir viviendo y que tengamos lo clubes que tenemos”, expresó Rodolfo D’Onofrio, en diálogo con agencia Télam. El presidente de River mantuvo una charla hace unos días con los integrantes de la Comisión Directiva mediante Zoom y advirtió que ve poco probable el retorno del fútbol en 2020. Por lo tanto, la venta de entradas-exitosa para la economía del club en superclásicos y Copa Libertadores- no será un recurso a corto plazo.

El mercado de pases tampoco parece que ofrecerá soluciones inmediatas. Aunque River cuenta con futbolistas de enorme proyección para Europa, el golpe mundial a la economía del fútbol repercutirá en el valor de la transferencias. Y eso implica una devaluación en la cotización de los jugadores. Al mismo tiempo, hay que pagar los contratos, pero sin la chance de avanzar en la Libertadores y compensar todo mediante los suculentos premios en dólares.

¿Qué pasará con los contratos? La intención de River es respetar todo lo acordado, pero inexorablemente habrá que financiar los pagos hasta que haya cierto grado de normalización del fútbol. En principio, el plantel acepta cuotas, pero no rebajas salariales. Y el 30 de junio apenas hay cuatro jugadores cuyos vínculos finalizarán: Ignacio Scocco -camino a quedar libre, excepto que decida aceptar la propuesta para negociar-, Enrique Bologna, Germán Lux (todavía no hubo tratativas para renovar) y Kevin Sibille, decidido a cerrar su ciclo en el club.